Ley tiene como finalidad incorporar al ordenamiento jurídico de la región los principios de la Economía Circular en distintos sectores, en armonía con las nuevas medidas de la Unión Europea. Se busca mejorar la vida de las personas en la región mediante el impulso de la competitividad y el crecimiento económico, la creación de empleo y la generación de condiciones que favorezcan un desarrollo sostenible desacoplado del consumo de recursos no renovables y de la producción de externalidades negativas. Además, debe servir para la lucha contra el cambio climático y promover un paso hacia la economía hipocarbónica.
En la Ley se entiende como Economía Circular al modelo económico que se incluye en el marco del desarrollo sostenible y que optimiza el uso de los recursos naturales, cierra los ciclos de agua, energía y materia, minimiza los impactos ambientales, y fomenta la eficacia al conseguir que los productos y recursos mantengan su utilidad y valor el mayor tiempo posible. Por tanto, se trata de cambiar los mecanismos de producción, distribución y consumo de bienes y servicios, reduciendo el consumo de materias primas, energía y recursos, y a su vez evitando emisiones y pérdidas materiales. El patrón actual de crecimiento económico se ha revelado insostenible, y eso hace necesario sustituirlo por un modelo de desarrollo basado en el uso óptimo de recursos, materias y productos, reduciendo al mínimo la generación de residuos.
El objetivo principal es conseguir el máximo valor y uso de todos los recursos, productos y residuos, fomentando la gestión racional y sostenible de los mismos, promoviendo su reducción, reciclaje, reutilización y valorización, el ahorro energético y reduciendo las emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero. Para ello, es imprescindible abarcar la totalidad del ciclo de vida del producto, desde la producción hasta el consumo, pasando por la gestión de residuos y el mercado de materias primas secundarias. También es un factor clave el comportamiento de las personas consumidoras, por las implicaciones que tienen las decisiones diarias, fomentado un consumo consciente y responsable. Además, incumbe también a la Administración a través de los mecanismos de gestión e intervención sobre los diversos ámbitos de sus competencias y por el papel ejemplarizante que ejerce.
Finalmente, esta ley absolutamente novedosa trata de llevar a nuestro ordenamiento jurídico los principios de la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones de 2 de diciembre de 2015, titulado “Cerrar el círculo: un plan de acción de la UE para la economía circular”. En esta Comunicación la Comisión Europea justificaba un ambicioso paquete de nuevas medidas sobre la economía circular para ayudar a las empresas y los consumidores europeos en la transición a una economía sostenible, hipocarbónica, eficiente y competitiva, donde se utilicen y valoricen los productos, materiales y recursos de modo más sostenible y se mantengan en el ciclo productivo el mayor tiempo posible, reduciendo al mínimo la generación de los residuos y haciendo un uso más eficiente de los recursos.
Fuente: Consejería de Desarrollo Sostenible.
DG de Economía Circular
D.O.C.M. nº 244 del 12 de diciembre de 2019
Ley 7/2019, de 29 de noviembre, de Economía Circular de Castilla-La Mancha. [Leer+]