La realidad actual del sector agrario es compleja, con altas dosis de innovación y con una presencia contundente de las nuevas tecnologías


Por Rosa Gallardo. Directora de la ETSIAM de la Universidad de Córdoba.

 

 

Son enormes los avances que se están produciendo en la tecnología digital con la generación masiva de datos en tiempo real y su análisis para los sistemas de apoyo a las toma de decisiones en los sectores agroalimentario y forestal.

Asimismo, las nuevas constelaciones de satélites (Sentinel) lanzadas por la Unión Europea para la monitorización de la agricultura, la computación en la nube, los sensores de bajo coste localizados en campo o en procesos industriales, el Internet de las cosas, el análisis de grandes volúmenes de información de forma rápida (BigData), el Blockchain aplicado a un sector donde la trazabilidad y la seguridad alimentaria son imprescindibles, o el “machine learning” y la Inteligencia Artificial van a ser imprescindibles para una correcta toma de decisiones que impulsen el sector en los próximos años.

El pasado 9 de abril de 2019, la Comisión Europea aprobó la Declaración “Un futuro digital inteligente y sostenible para la agricultura y las zonas rurales europeas”, en la que reconoce que “la agricultura europea y las zonas rurales deben beneficiarse plenamente de la transformación digital en curso de nuestras economías y sociedades”.
Así mismo indica que “las tecnologías están cambiando los modelos de negocios en el sector agroalimentario y en los territorios rurales, presentando desafíos pero también oportunidades para crear empleo sostenible y crecimiento en áreas rurales”. En estas circunstancias, los países firmantes de la declaración afirman estar decididos a “crear las condiciones necesarias para que todos los trabajadores y profesionales del sector agrario tengan la oportunidad de adquirir las habilidades necesarias para las explotaciones inteligentes del futuro”.

Estamos, por tanto, obligados a aprovechar en el sector agrario y agroalimentario el desarrollo de la tecnología que palpamos en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, lo que nos permitirá un aprovechamiento más eficiente de los recursos para dar respuesta al gran reto de la sociedad hoy en día: cómo alimentar a una población creciente con unos recursos cada vez más escasos.

La gran cantidad de información disponible en este momento, así como la facilidad de generar nueva información a un coste razonable es sin duda una de las claves en los actuales procesos de digitalización.
Cuestiones que hace unos años requerirían un esfuerzo importante en medios técnicos y humanos para llevarlas a cabo en un plazo medio, hoy son posibles prácticamente en tiempo real debido al desarrollo tecnológico. En este escenario, la limitación no es el coste de la generación de información sino nuestra capacidad de conocimiento y análisisde la misma para la toma decisiones acertadas y adecuadas en el espacio y en el tiempo.

Así, más allá de un conocimiento general sobre sensores y herramientas tecnológicas, el sector de la agricultura, la ganadería, la alimentación, y también el forestal, demandan ingenieros “científicos de datos especializados en su rama de conocimiento”.

En el caso que nos ocupa, son necesarios Ingenieros Agrónomos que aporten su conocimiento específico para posibilitar el desarrollo, análisis, mejora, comercialización y manejo de herramientas y soluciones digitales que permitan afrontar los retos del sector agroalimentario y medioambiental.

En la actualidad, la Orden CIN/325/2009, es la que regula los estudios conducentes a la obtención del título de Master en Ingeniería Agronómica, que habilita para el ejercicio de la profesión de Ingeniero agrónomo.

Dicha Orden establece que este profesional debe demostrar conocimientos adecuados y capacidad para desarrollar y aplicar tecnología propia en:

  • Gestión de recursos hídricos: hidrología, hidrodinámica, hidrometría, obras e instalaciones hidráulicas. Sistemas de riego y drenaje.
  • Gestión de equipos e instalaciones que se integren en los procesos y sistemas de producción agroalimentaria.
  • Construcciones agroindustriales, infraestructuras y caminos rurales.
  • Ordenación y gestión del territorio agrario y la integración paisajística.
  • Políticas agrarias y de desarrollo rural. Estudio, intervención y gestión.
  • Sistemas de producción vegetal. Sistemas integrados de protección de cultivos. Biotecnología y mejora vegetal.
  • Sistemas vinculados a la tecnología de la producción animal. Nutrición, higiene en la producción animal. Biotecnología y mejora animal.
  • Sistemas productivos de las industrias agroalimentarias. Equipos y sistemas destinados a la automatización y control de procesos agroalimentarios.
  • Gestión de la calidad y de la seguridad alimentaria, análisis de alimentos y trazabilidad.
  • Organización y dirección de la empresa agroalimentaria. Investigación comercial. Marketing, sistemas de comercialización de productos agroalimentarios y gestión logística en el ámbito del sector.

 

Todos estos conocimientos son necesarios, pero es imprescindible combinar esas competencias con otras del ámbito de la tecnología digital que les conviertan en profesionales con conocimientos para:

  • La automatización de una gestión más eficiente del riego y la fertilización
  • La monitorización de cultivos desde drones, satélites o sensores
  • La explotación de volúmenes crecientes de datos con analítica avanzada y en entornos Big Data para generar previsiones de cosecha o de probabilidad de incidencia de plagas ( ¡no dudes en echar un vistazo a nuestro AGRORADAR! )
  • La interpretación agronómica de imágenes de satélites, drones o móviles por medio de herramientas de inteligencia artificial
  • La integración automática y bidireccional de datos con maquinaria agrícola, que convierten la agricultura de precisión en una realidad práctica
  • La geolocalización de toda la actividad agrícola y ganadera a través de herramientas GIS
  • La integración de flujos de información entre agricultores y sus empresas o cooperativas
  • La gestión de trazabilidad detallada desde el campo hasta el consumidor o…
  • El control de calidad de todos los alimentos y transparencia al consumidor final

Para todo ello son imprescindibles nuevos profesionales, ingenieros agrónomos que asuman la importancia de un profundo proceso de innovación y digitalización en el ámbito agroalimentario y de gestión de los recursos naturales, lo que obliga a adquirir las competencias que les permitan responder a los desafíos que el sector presenta hoy en día.

Como no podía ser de otra forma, las Universidades realizan un esfuerzo continuo por adaptarse a los intensos y rápidos cambios que se observan en el sector, ya que las empresas están demandando en la actualidad un profesional con unas características diferentes a las que demandaban hace unos años.

Hoy en día el ingeniero agrónomo debe tener las competencias digitales suficientes para responder al reto de la transformación digital que es ya una realidad en los sectores agrario y agroalimentario .

 

Fuente: BASF Agricultural Solutions España