La interesante jornada dirigida a los alumnos del Grado de Ingeniería Agrícola y Agoalimentaria y  que se celebró este jueves, en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y de Montes de Albacete, ha sido organizada en el marco de la asignatura de proyectos.

Además de Mariano Suárez de Cepeda Martínez, decano del COIA de Albacete, ha intervenido nuestro compañero, el ingeniero agrónomo Timoteo Díaz López, de Cereales Candelo,  y Carlos Andrés Gilarranz, Presidente del COITA de Centro y Juan Antonio Garcia, Decano Territorial del COITA de Castilla-La Mancha.

El decano destacó que la profesión de Ingeniero Técnico Agrícola, profesión a la que están a punto de acceder gracias a los conocimientos adquiridos para obtener las competencias exigidas por la Orden CIN 323/2009,tiene muchas salidas profesionales dentro del sector agrario o en la administración. También pueden orientar su futuro profesional hacia la función pública u otros sectores diferentes al agrario. Y por último, les propuso otra opción, la de continuar sus estudios de máster para acceder a la profesión de ingeniero agrónomo, pero que no se sintieran obligados pues no todos los estudiantes tienen la aptitud ni la actitud para cursar el máster.

Al igual que el resto de ponentes traslada a los alumnos su experiencia  personal hasta alcanzar su titulación como ingeniero agrónomo y finalizó su intervención haciendo un repaso de su vida profesional.

Como otros profesionales de nuestro sector, el ingeniero agrónomo, no estaba muy bien valorado. Se presuponía que en el sector agrario todo estaba resuelto, que no había necesidad de innovación y nada mas lejos de la realidad, hay mucho por hacer en el desarrollo de nuevas tecnologías y la rápida tecnificación del campo requiere expertos nuevos.

La valoración de la profesión de ingeniero agrónomo esa cambiando. A partir de la magnífica respuesta del sector agroalimentario durante la pandemia de la Covid-19 la opinión de la Sociedad y de las empresas ha cambiado. El ingeniero agrónomo es muy versátil ya que, además de la capacidad para la resolución de problemas a partir de datos escasos e inciertos propia de la ingeniería clásica,  dispone de una capacidad para comprender y actuar sobre la biología por medio de la bioingeniería, al ser también una ingeniería verde.

La gran versatilidad del ingeniero agrónomo le permite desarrollarse profesionalmente en funciones muy variadas dentro del ámbito de la economía agraria, las industrias  agroalimentarias, la ingeniería rural y la producción animal y vegetal. Y, en los últimos meses venimos observando que tanto las empresas privadas como públicas no cubren los puestos de trabajo que ofertan a los ingenieros agrónomos ya que cada vez hay menos titulados en nuestras escuelas. La Ingeniería agronómica es una profesión de presente y una profesión con futuro.