La plaga vegetal provocada por la bacteria Xylella fastidiosa sigue su expansión por diversas localidades de la Comunidad Valenciana, además de afectar de forma genérica a el conjunto de Baleares, y está obligando a talar y destruir cientos de árboles, en su mayoría almendros.
Una parte de los árboles destruidos están directamente afectados por la infección mientras que otros -aparentemente sanos- son talados siguiendo las normas de prevención dictadas en cumplimiento de las directrices de la Unión Europea.
La expansión de la plaga está provocando situaciones dramáticas en algunas de las localidades alicantinas en las que se han localizado los cinco primeros brotes de la plaga.
Más de un centenar de agricultores de la Plataforma de Afectados de la Xylella Fastidiosa en Alicante (AXFA) participaron el 10 de enero en una asamblea en Guadalest, “en la que aprobaron iniciar los trámites legales oportunos, a través de servicios jurídicos profesionales, con el objetivo de presentar ante los juzgados un recurso contencioso administrativo que consiga, inicialmente, la suspensión cautelar del arranque masivo de árboles sanos del tercer y cuarto focos”, según la información difundida por Asaja.
“AXFA reclama que la Conselleria de Agricultura de la Comunidad Valenciana deje de arrancar árboles indiscriminadamente, al menos, hasta que haga públicos los resultados de las más de 7.000 muestras que tiene en análisis desde hace meses y, por tanto, se conozca el alcance real de la plaga”, detalla el sindicato agrario
Las medidas de delimitación de zonas afectadas y destrucción de árboles y otros vegetales situados en los perímetros de seguridad pretenden evitar la expansión de la plaga de Xylella y han sido diseñadas de acuerdo con las directrices aprobadas por la Unión Europea después de numerosas consultas científicas.
La expansión de la Xylella en Europa tiene su precedente más grave en la plaga que desde hace cinco años afecta el sur de Italia, y que ha obligado a talar decenas de miles de olivos (la especie más afectada en esta zona). También en Italia se produjeron acciones de protesta por parte de los agricultores afectados, que consideraban que la destrucción masiva no solucionaría el problema o que , incluso, ponían en cuestión la relación entre la enfermedad de los árboles y la presencia de la Xylella fastidiosa.
Fuente: La Vanguardia