El futuro del sector agroalimentario se presenta apasionante con multitud de nuevas tecnologías que llevarán a los futuros agrónomos a crear un sistema eficiente, altamente productivo, globalizado y sostenible. Pero… ¿Qué habilidades van a necesitar esos agrónomos del futuro próximo?

 

En este blog ya hemos hablado de las tecnologías que van a sonar fuerte en nuestro sistema agroalimentario, incluso gracias a nuestro amigo José María Garrido, hemos aprendido las habilidades directivas que necesita todo empresario agroalimentario.

Sin embargo, poco hemos hablado de lo que necesitan los agrónomos futuros para hacer evolucionar el sector agroalimentario tal y como es ahora (ineficiente en la distribución de alimentos a nivel global, frágil frente al cambio climático, ineficiente en cuanto al uso de algunos recursos escasos en nuestro planeta) hacia un sistema agroalimentario:

  • que produzca para dar de comer a 10.000 millones de personas,
  • que lo haga con la máxima eficiencia en el uso de los recursos limitados de los que disponemos,
  • que lo haga de forma sostenible ajustándose a la demanda del consumidor,
  • que garantice la seguridad alimentaria global y así eliminar la lacra de 800 millones de personas que pasan hambre hoy en día.

Retos colosales que los profesionales del sector hoy en día se esfuerzan en cumplir con las herramientas disponibles. Sin embargo, muchos profesionales ya miran al futuro, a esas nuevas tecnologías que sin duda van a provocar una nueva revolución en el sector agroalimentario.

Retos colosales, como decíamos, que necesitan el trabajo global de toda la cadena, sincronizada y comprometida, donde ningún eslabón sea el débil, ni ningún actor quiera hacer la lucha por su cuenta. En la cooperación y en la integración está la clave. Sin embargo, a pesar de que los retos son globales, las soluciones deben ser específicas para cada eslabón.

Por eso, ya seas un agrónomo futuro que mira al sector productor, al sector transformador, a la distribución alimentaria o a la relación con el consumidor, veamos las habilidades que necesitaremos desarrollar y que las facultades y centros de formación agroalimentarios deberán potenciar durante los próximos años.

Habilidades para la producción agrícola

Los futuros agrónomos que se orienten hacia el eslabón productor verán que el futuro pasa por la recolección, administración y procesamiento de datos, desarrollo de nuevas variedades vegetales y una gran carga de desarrollo informático y automatización. Por tanto, las habilidades que más se demandarán en este primer eslabón serán:

  • Tratamiento y análisis de datos (Big Data) > Tal vez no desarrollaremos directamente algoritmos informáticos, pero si deberemos traducir al profesional informático que datos son interesantes de todos los recogidos, que correlación tienen, que variables afectan más y que es lo que necesita ver el productor agrícola para tomar las mejores decisiones sobre sus cultivos o animales en el momento óptimo.
  • Bioinformática > En la última década hemos podido ver como centros de investigación de todo el mundo descifraban el código genético de los cultivos y ganado más interesantes desde el punto de vista de producción de alimentos. Esta tendencia continuará, y si eres un profesional agrónomo que destaque en esta disciplina, seguro que tu salida al mercado laboral será prometedora.
  • Biotecnología > El cambio climático, la aparición/distribución de nuevas plagas y enfermedades vegetales y las exigencias de los nuevos consumidores, exigen un mayor desarrollo de esta habilidad. Necesitamos nuevas variedades que se adapten a estos retos. Además, pensemos que no tenemos tiempo para que todo el desarrollo de nuevas variedades se apoye exclusivamente en la mejora vegetal clásica, necesitamos soluciones que a acorten ese tiempo desde que se inicia el desarrollo de una nueva variedad hasta que se pone en el mercado. Y los agrónomos que posean esta habilidad tienen mucho trabajo por delante, sobre todo en la rama de edición genética.
  • Programación informática > Los profesionales del campo necesitan disponer de esos datos que recolectan día a día en el campo, de forma visual, intuitiva y en la palma de la mano. Por tanto, disponer de conocimientos informáticos va a ser clave en el futuro para poder desarrollar y dar asistencia a los agricultores con APPs especialmente creadas para ellos.
  • Automatización > Si por algo se va a caracterizar el futuro del sector, va a ser el cambio de paradigma del trabajo: más carga de trabajo de control y análisis y menor carga de trabajo manual. Por eso, los futuros agrónomos deberán trabajar en la creación y gestión de flotas de tractores, maquinaría agrícola, robots drones autónomos, que realizarán las tareas manuales en el campo.

Habilidades para la industria alimentaria

La industria alimentaria, que se encarga de procesar la materia prima que obtienen los agricultores y ganaderos, deberán dar solución a varios retos: asegurar productos de la máxima calidad, que aguanten con sus propiedades intactas en las largas cadenas alimentarias globalizadas y que se ajusten a las necesidades de consumidores nicho.

  • Industria 4.0 > Los datos no sólo se quedan en el campo, ya que una industria alimentaria, por pequeñita que sea, es un micromundo de datos que serán necesarios recoger, analizar y sacar el máximo partido de ellos para optimizar procesos, ser más eficientes. El futuro agrónomo que sepa leer todos esos datos tiene el futuro asegurado.
  • Conservación de alimentos > En un futuro (y hoy en día) se buscarán alimentos mínimamente procesados, que conserven las características naturales de la materia prima. Por eso, los agrónomos que tengan una amplia experiencia y estén al día de las últimas tendencias en conservación de alimentos, verán como muchas empresas abrirán procesos de selección específicos para estos perfiles.
  • Blockchain > Aunque está habilidad la ponga en este apartado, hay que tener en cuenta que es una tecnología/habilidad que se puede desarrollar a lo largo de toda la cadena. La necesidad de transparencia de una cadena muchas veces opaca, la necesidad de asegurar la seguridad de los alimentos y otras ventajas, harán que el Blockchain Alimentario despegue en los próximos años. Los futuros agrónomos que se especialicen en Blockchain tienen un futuro prometedor tanto en startups que están teniendo suculentas rondas de financiación como en grandes compañías como IBM.
  • Nuevos alimentos > Los cambios de consumo que imponen los consumidores harán que durante los próximos años sea necesario adaptar y desarrollar nuevos alimentos. Así, los agrónomos que se decanten por la especialidad de tecnología de alimentos, verán como las empresas que desarrollan nuevas formulaciones, las que idean nuevos conceptos y empresas totalmente disruptivas que buscan nuevas fuentes de proteína (agricultura y ganadería celular) los recibirán con los brazos abiertos.

Habilidades para el distribuidor-retailer

El concepto de cadena globalizada golpea de lleno a este eslabón, y es que la “amazonización” obligará a las empresas distribuidoras de alimentos a adaptarse a las reglas que marca un consumidor global.

  • Especialistas en eCommerce > En un futuro, y viendo las nuevas generaciones, las tiendas físicas van a ir perdiendo cada vez más peso en la distribución alimentaria. Los grandes del sector en España (Mercadona, Carrefour, etc.) ya lo han visto y están destinando grandes sumas de dinero en la optimización de sus eCommerce. Especializarte en esto puede suponer un plus para tu carrera profesional.
  • Logística > De nada sirve tener una tienda electrónica de alimentos potentes sin tener una logística optimizada y que permita abastecer productos frescos con toda los pormenores que ello supone (perecederos, con un control riguroso de la cadena de frío, etc.). Los futuros agrónomos que sean especialistas en la optimización de procesos, en la gestión de la producción/stocks y en el desarrollo de nuevas tecnologías refrigerantes van a ver muchas oportunidades laborales en los próximos años.
  • Cazador de tendencias > El consumidor ha exigido durante toda la vida, la diferencia es que ahora se le empieza a escuchar. Los “foodtrenders”, un perfil que le gusta viajar, capacidades analíticas sociales, multiidioma y que es capaz de traducir el lenguaje no verbal del consumidor, será clave para que los distribuidores, las industrias y los productores adapten sus estrategias. Un perfil que deberá conocer todo el proceso alimentario.
  • Marketing digital > Muchas veces no nos damos cuenta del valor que tiene el día a día de los profesionales del sector agroaliementario. Y toda esa información, todo ese storytelling que no se cuenta, tiene un espectador esperando. Las nuevas generaciones son digitales, y los canales de comunicación han cambiado. Por tanto, todo profesional que se especialice en el marketing digital, verá como en los próximos años no le faltarán oportunidades laborales.

Sin embargo, ninguna de estas habilidades valdrá si no se tiene en cuenta una que toca a todas: la cooperación. Los retos que tenemos delante son muy grandes para afrontarlos solos. Deberemos integrar todas las habilidades en una cadena alimentaria sólida, y veréis como nos encaminamos poco a poco a un sistema alimentario global, justo sostenible y eficiente.

Seguro que me he dejado muchas habilidades para los futuros agrónomos en el tintero, así que ayudame a completar el artículo dejando tu aporte en la sección de comentarios [Aquí]

Fuente: Blog La Huerta Digital