Los productores norteamericanos de almendra lograron hace años dar un vuelco total a este negocio. Primero revolucionaron el cultivo. También se empeñaron en fomentar su consumo por todo el mundo.

De esta forma han logrado que la demanda se dispare y, de paso, que los precios sean muy atractivos para los agricultores. Tanto es así que esa revolución se ha contagiado a nuestro país.

Los agricultores españoles han descubierto que el almendro puede llegar a ser un buen negocio y se han lanzado con entusiasmo a copiar el modelo norteamericano.


Por Antonio Martínez ~ Periodista agroalimentario

Este año se van producir en todo el mundo 1.173.000 toneladas de almendra en grano, sin cáscara. Estos datos, publicados por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos en febrero, confirman que el cultivo en el mundo está en clara expansión. En los últimos cinco años la producción ha crecido algo más de un 10%.

Pero cuando se habla de la producción mundial, realmente estamos hablando prácticamente de Estados Unidos, o más concretamente del Estado de California. De la producción prevista para esta campaña (1,17 millones de toneladas) Estados Unidos aportará unas apabullantes 929.860 toneladas. A mucha distancia encontramos al segundo productor mundial, una sorprendente Australia, con unas 85.000 toneladas.

Para localizar, por fin, a un productor tradicional del área del Mediterráneo tenemos que irnos hasta el tercer puesto, donde se sitúa España con unas 65.000 toneladas. Lo más asombroso de todo es que Estados Unidos logra esta producción gracias a unas 350.000 hectáreas de cultivo. Nosotros, para lograr nuestras 65.000 toneladas necesitamos casi medio millón de hectáreas. ¿Cómo lo han logrado?

Un nuevo modelo de cultivo

Roger Palau, vicepresidente del Consejo Sectorial de Frutos Secos de Cooperativas Agro-alimentarias, nos aclara este aparente contrasentido. Trabajan el almendro como cualquier frutal: “Pasa por pensar que tenemos un melocotón que nos da almendras. Son de la misma familia. ¿Por qué toda la vida hemos cultivado el almendro de una forma y el melocotón de otra? Lo que hemos hecho es plantar a 6X6, 6X5, y cuidarlo como si fuera un melocotonero”.

Por supuesto estamos hablando de cultivos en regadío. Pero no de cualquier tipo: Anselmo Martínez, vicepresidente de ASAJA Albacete y portavoz de la Sectorial de Frutos Secos de Castilla-La Mancha de la organización, aclara que utilizan dotaciones enormes de agua:

“Se les aplica 10.000 metros cúbicospor hectárea, más que un maíz aquí en España y la producción se dispara”.

Estima que, mientras en España estamos logramos unas producciones medias de unos 120 y 150 kilos de pepita por hectárea, “en Estados Unidos están en los 2.500 kilos”.

Efectivamente, el panorama del cultivo en España es muy distinto y viene de lejos: “Vamos a partir de la base de que el almendro ha sido, desde siempre, un cultivo marginal. Se han utilizado las peores tierras”. Allí donde nada más se cultivaba, llegaba el almendro. Para complicar más las cosas, las producciones en España sufren fuertes fluctuaciones a lo largo de los años. A las sequías, hay que unir las heladas que, con mucha frecuencia, acaban con la producción de las variedades más tradicionales de nuestro país, la largueta y marcona, que suelen florecer tradicionalmente en el mes de febrero. […]

Fuente: Editorial Agrícola