Escribo estas primeras palabras, únicamente para saludaros.
Comentaros que presente mi candidatura al decanato del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Albacete animado por un grupo de compañeros que así me lo hicieron saber. Después de un tiempo en que medité que hacer, decidí dar el paso de aceptar presentarme para expresar toda una serie de propósitos y sentimientos que desde ya hace muchísimos años habían inculcado en mí nuestros antecesores en la profesión.
Acepté para dar continuidad a la anterior junta directiva, presidida por su decano y vicedecano, a los que he de agradecer su dedicación y formación, así como al resto de los miembros, y en especial a un amigo. También ha sido mi intención incorporar personas que supongan un relevo generacional.
Imagino que como a todos nosotros nos ocurrió, nada más acabar los estudios universitarios, nuestro primer deseo fue colegiarnos como orgullo a la culminación de una carrera universitaria y poder desarrollar una profesión. Pues ese esfuerzo y orgullo imprime carácter y uno ya nunca puede desligarse de ello.
Os aseguro que se hace tremendamente difícil encontrar los términos adecuados para poder iniciar este escrito para dirigirme a todos vosotros. Solo encuentro un término que pueda expresar mi disposición de ánimo en el momento que escribo estas palabras que son las de bienvenidas y bienvenidos, bien halladas y bien hallados, y que definen la afectividad que tengo hacia el colectivo de los ingenieros agrónomos, y la cordialidad que deseo impere en los años que procuraremos disfrutar juntos como colegiados de este ilustre colegio.
Deseo agradecer, así mismo, la confianza que habéis depositado en mi persona para asumir durante los próximos 4 años el decanato del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Albacete y por extensión la profesión.
Como Colegio profesional que somos y, por ende, corporación constituida por personas de la misma profesión con el fin de defender intereses comunes, me propongo, junto con el resto de la Junta de Gobierno, dedicar nuestros mayores esfuerzos para, al menos, igualar el trabajo que durante tantos años han realizado nuestros antecesores en la vida colegial, desde los que constituyeron las Juntas de Gobierno, como los que han desarrollado la profesión en todos los sectores en el ámbito de trabajo.
Desde que el hombre se hizo depredador-recolector hasta la creación de la carrera de Ingeniero Agrónomo, hace 164 años, se han sucedido demasiadas etapas en las que se han ido conformando unos objetivos y fines de la profesión de Ingeniero Agrónomo que han sido perfectamente perfilados. Por ello mi principal objetivo es cumplir los principios que inspiran nuestra institución expresados en los estatutos del Colegio de Ingenieros Agronomos con trabajo, entusiasmo, serenidad, coparticipación, delegación, coordinación, conciliación y equilibrio. Es en definitiva ordenar el ejercicio profesional, defender los derechos e intereses profesionales, proteger los intereses de los consumidores, ostentar la representación institucional y colaborar con las instituciones públicas.
Ser Ingeniero Agrónomo es tener el conjunto de conocimientos científicos y tecnológicos para la innovación, invención, desarrollo y mejora de técnicas y herramientas para satisfacer las necesidades y resolver los problemas de las empresas y la sociedad en el sector agroalimentario. Por ello el campo de trabajo del Ingeniero es tan amplio. Ahora correspondería enumerar la lista de trabajos profesionales a los que el ingeniero agrónomo está capacitado, pero no me voy a extender.
El concepto de Ingeniero Agrónomo lo he desarrollado en el ejercicio libre de la profesión, y como trabajador de la administración regional y la universidad. Esta dilatada experiencia me permite conocer las características de la profesión y sus idiosincrasias. Más actualmente con un cambio de ciclo tan importante. Las cosas irán viniendo. Tenemos que estar preparados. Y trabajar. Y seguir estimando el trabajo del personal contratado tan preparado y eficaz, que nos atiende día a día más cercanamente.
No voy a hacer un saludo exultante, pues ni las promesas se terminan cumpliendo; ni derrotista, pues los escenarios, sobre los que tanto nos gusta especular, no se terminan produciendo en la mayoría de las ocasiones. Solo un 4% de las especulaciones se hacen realidad. Por ello os comento que se irán tomando por consenso y colegiadamente las decisiones oportunas de acuerdo a las circunstancias, y así poder colaborar poco a poco, en el valor de la profesión de Ingeniero Agrónomo. Trabajar hecho a hecho, y ser eficaces.
Si el ser humano ha sobrevivido en la naturaleza, según algunas de las teorías de la evolución, ha sido debido al desarrollo del cerebro, y a la capacidad de empatizar y socializarse en torno a unos principios y unas ideas, que le hace adaptarse y vencer cualquier contratiempo. Por ello tengo la confianza en que todos juntos haremos hacer marchar esta institución por el sendero que la profesión requiere.
No trabajaremos, únicamente en base a lo técnico-administrativo, sino qué en la medida de lo posible, seguiremos manteniendo e implementando iniciativas que nos permitan disfrutar como colectivo de actos lúdicos e institucionales. Así mismo implementaremos nuevas líneas de actuación que iremos comentando con el devenir del decanato, sobre las ideas que ya hemos comentado entre nosotros y que iremos perfilando.
Deseo mandaros un abrazo a todos vosotros, agradeceros vuestra confianza y que tengáis un bien día.
Os presento al resto de miembros de la Junta de Gobierno: