Los bioestimulantes están diseñados para ayudar a los agricultores a satisfacer la creciente demanda agrícola de manera sostenible. A la vez, mejoran el rendimiento y la calidad del cultivo y tienen un impacto positivo en la rentabilidad de la finca. También mejoran la absorción y el uso eficiente de otros insumos esenciales, especialmente los fertilizantes. Esto ayuda al agricultor a optimizar sus inversiones con el beneficio adicional de reducir el impacto medioambiental.

Los bioestimulantes agrícolas contienen sustancias y/o microorganismos cuya función cuando se aplican es estimular los procesos naturales para beneficiar la absorción y eficiencia de nutrientes, la tolerancia al estrés abiótico y la calidad del cultivo. Éstos no tienen acción directa contra plagas y, por lo tanto, no entran dentro del marco regulatorio de los pesticidas.

Esta nueva tecnología es imparable y todas las empresas del sector están invirtiendo en I+D+i, lo que producirá un cambio y un mayor uso de los bioestimulantes por parte del agricultor, respetando el medio ambiente, aumentando las cosechas y recolectando alimentos seguros, suficientes y saludables para una población en continuo crecimiento.
La tendencia actual de la agricultura se inclina hacia un modelo que va más allá de la fertilización tradicional o convencional, desde el uso de abonos procedentes de energía fósil a la utilización cada vez más de recursos naturales y biológicos. Un cambio que viene dado por varios factores, como son la PAC posterior al 2020 y el cambio climático.

La voz de los bioestimulantes en Europa

El Consejo Europeo de la Industria de Bioestimulantes (EBIC), “European Bioestimulants Industry Council”en inglés, es un eslabón clave dentro del sector de los bioestimulantes. Su objetivo es promover la contribución de estos productos para que la agricultura sea más sostenible y eficiente, fomentando a la vez el crecimiento y el desarrollo de la industria de bioestumulantes europea. EBIC aboga por un entorno operativo, en el que se cree un mercado único europeo para los bioestimulantes y se reconozca su contribución a la producción agrícola sostenible, la innovación ecológica, el crecimiento económico y otros objetivos políticos de la Unión Europea (UE). Este organismo se fundó en junio de 2011 como el “Consorcio de la Industria Bioestimulante Europea” y cambió su nombre cuando adquirió identidad legal en 2013. EBIC ofrece una plataforma para que la industria de los bioestimulantes interactúe con las partes interesadas y aborde posibles cuestiones que puedan surgir; proporciona información básica sobre productos bioestimulantes, la industria y los agentes impulsores de esta nueva tecnología, y trabaja para aumentar la claridad del mercado, la transparencia, la previsibilidad y la estabilidad a través de sus actividades para que los inversores y otros interesados puedan tomar decisiones adecuadas. Este organismo, además de promover estándares que protegen la salud y la seguridad de los consumidores, también se esfuerza por proporcionar la información técnica y práctica necesaria para que el marco regulatorio fomente la innovación y la competencia leal mientras protege a los consumidores y agricultores.

La industria naciente de los bioestimulantes.

Aunque los bioestimulantes se encuentran entre los primeros insumos agrícolas utilizados por la humanidad, ha sido durante la última década cuando los fabricantes de bioestimulantes y sus socios han emprendido notables investigaciones para identificar nuevos compuestos bioactivos y microorganismos beneficiosos, y comprender mejor cómo estos productos pueden mejorar el rendimiento y la calidad del cultivo en una amplia gama de condiciones.

Las temperaturas extremas, las precipitaciones irregulares y otras condiciones de crecimiento estresantes relacionadas con el cambio climático requieren de cultivos cada vez más resistentes. Los bioestimulantes aumentan la tolerancia de la planta y la recuperación del estrés abiótico ya que, al facilitar la asimilación, la translocación y el uso de nutrientes, evitan que estos se filtren hacia otros ecosistemas. Esto significa un mayor retorno de la inversión para los agricultores y un mejor uso de los recursos naturales. Además, ayudan a proteger y mejorar la salud del suelo fomentando el desarrollo de microorganismos beneficiosos. Un suelo más sano retiene el agua de manera más eficiente y resiste mejor a la erosión.

Si bien los bioestimulantes todavía están asociados por muchos compradores y agricultores a la agricultura y la jardinería orgánica, ahora juegan un papel muy importante en la agricultura convencional como complemento de la nutrición y protección de los cultivos. De aquí, que los inversores en productos bioestimulantes están cada vez más interesados en su potencial, ya que el cultivo tratado con un producto bioestimulante es visiblemente más saludable y abundante.

Agricultura responsable: Atlántica Agrícola
La agricultura debe ser capaz de mantener su productividad y rentabilidad además de reducir su impacto en el medio ambiente. Es por eso que en Atlántica Agrícola, referente mundial en el desarrollo e investigación de fertilizantes de especialidad, invierte el 10% de su cifra de negocio anual en investigar nuevas formulaciones más eficaces y sostenibles para la agricultura moderna.

Nuestro CEO responde

Francisco M. Miguel Sastre, Director General de Atlántica Agrícola aporta su visión sobre 5 elementos clave en torno a los bioestimulantes.

  • ¿Qué objetivos se plantea Atlántica Agrícola a corto y largo plazo?  1. Crecer en el número de productos que integran nuestro catálogo, con especial atención (dentro de nuestra línea de bioestimulantes) a aquellos productos específicos para cada estrés vegetal.2. Incrementar nuestra presencia en el mundo, todavía quedan muchos países y mercados por prospectar. 3. Evaluar nuevas alternativas tecnológicas.
  • ¿Qué pretende la compañía con sus programas internacionales de investigación? Atlántica Agrícola siempre ha vivido lanzando novedades al mercado y así debe seguir siendo, sacando al mercado cada vez mejores productos, más eficientes y con un foco específico por necesidad (productos más selectivos).
  • ¿Qué recursos destinan a I+D+i? Destinamos más o menos, dependiendo del año, un 10% de nuestra cifra de ventas.
  • ¿Cuándo se unió a EBIC? ¿Qué implicaciones tiene en este organismo? Somos socios fundadores de EBIC, así que estamos involucrados desde el primer momento (2011). Nuestra implicación es total, siendo actualmente miembros de la Junta de Gobierno y ostentando la Tesorería de la Asociación.
  • ¿Qué objetivo cumple siendo miembro de EBIC? Mantener el enfoque en los objetivos iniciales, este es un sector que ha estado en manos de las pequeñas y medianas empresas, pero que cada vez tiene jugadores de mayor tamaño y hay que tener un balance entre los objetivos de unas y otras empresas, que algunas veces, aun siendo los mismos en el fondo, no lo son en las formas o en las velocidades y costos.Conclusión: se trata de un futuro “perfecto”, no habrá futuro sin bioestimulantes, por tanto tenemos y debemos progresar, mejorando nuestros productos y su divulgación para que la agricultura global los incluya en sus planes de cultivo y así conseguir mayores rendimientos.

Fuente: Atlántica Agrícola